Aún te sueño.
La razón, es lo primero que desconozco, pero es así.
Te vi corriendo detrás de pequeños piecitos y una risa de niño.
Eras tú, convertido en progenitor de una esperanza que llevaba tu nombre.
Espero que estés bien, la vida ha dado muchas vueltas.
Gracias por la visita.