...Y es que, a pesar de ser consciente del por qué de las cosas, luego de haber lanzado mantras, oraciones y súplicas al infinito y aún más, darle la cara a las "Situaciones incómodas"; en el pecho sigue habiendo algo que no sé cómo llamar...
Es verdad, ni siquiera me toca chistar.
Vamos, dilo: " Ríete ahora, nena."