VIVIR Y DISFRUTAR

...NO MÁS ALAS ROTAS

lunes, noviembre 20, 2017

VALOR.

Heme aquí.

Es casi viernes y hace un frío que rompe con el rutinario estado de ebullición regiomontano.
Llevo aquí ya un mes y para sorpresa de propios y extraños, logré caer de pie tras un salto mortal acrobático que implicó cambio de residencia y estado civil de facto.

Nadie se lo esperaba, incluso yo; pero si de algo estaba segura, era de que los pasos que fuere a dar, tenía que hacerlos retumbar por los cuatro ámbitos del universo.

Llegué con trabajo y la promesa de una vida próspera en compañía de alguien que mira en la misma dirección. Ahora falta trabajar, poniendo ladrillo tras ladrillo en la obra de la vida... Codo con codo, rodilla con rodilla y pecho con pecho, porque resulta que las peripecias de la vida se afrontan con más valor cuando hay alguien que en verdad responde por ti.

Debo reconocer que no son las únicas manos que han estado ahí para sostenerme. Debo reconocer que por algún motivo, siempre hay un Ángel Guardián que cuida mis pasos y eleva oraciones en mi nombre al cielo... Pero la vida ya es otra.

Ahora estoy aquí, parada en un escenario esperando mi turno para interpretar el papel en este acto de la vida... Justo como en aquél sueño recurrente en el que asistía a mi propio recital sin conocer las partituras... Sin haber aprendido de memoria la pieza y con un público expectante y silencioso presto a juzgar...

Pues aquí estoy, pero ésta vez una fuerza interior me acompaña y me llena de valor para subirme al esenario y comenzar el recital sin importar si conozco la pieza o no de memoria. Estoy poniendo a prueba mis sentidos y todas las herramientas adquiridas en el camino.... Estoy convencida de que todas las experiencias vividas hasta hoy, han sido parte de mi crecimiento tanto espiritual como profesional. Nada de lo hasta ahora vivido, con todo y sus baches, lágrimas y rencores, ha sido en vano, pues llevo cada historia en el corazón y en la memoria.

Abrí las alas y emprendí el vuelo... el horizonte se ilumina y yo, disfruto el viento en mis mejillas.
Soy feliz.



viernes, mayo 19, 2017

VISITA

Aún te sueño.

La razón, es lo primero que desconozco, pero es así.
Te vi corriendo detrás de pequeños piecitos y una risa de niño.
Eras tú, convertido en progenitor de una esperanza que llevaba tu nombre.
Espero que estés bien, la vida ha dado muchas vueltas.

Gracias por la visita.


lunes, marzo 06, 2017

I N M A T E R I A L I

Todo empezó en una tarde incolora, avanzando por un sendero de pedrería rosada y granito diminuto. Las calles, de identidad medianamente conocida, guardaban un trampa insinuada en la familiaridad del trato y las frases prefabricadas.

Una vez puestos los pies al inicio del sendero, la dirección presumía poca dificultad, aunque el paso un poco escabroso. En éste sendero de pedrería rosada, no había árboles mágicos o animales parlantes, sino caras conocidas y construcciones cotidianas... Nada alrededor parecía sacado de una fábula o cuento de terror, y era precisamente, la cotidianidad del evento, lo que suscitaba extrañeza y cierto toque de horror.

Y al fin llegamos a la doble entrada de un hogar desconocido. Con tres toques discretos (Y quizá secretos) pretendimos cruzar el umbral que parecía la entrada correcta, pero nadie respondió al otro lado. Entonces alguien sugirió intentar con el segundo picaporte, ésta vez, una mujer de aspecto añejo decidió abrir y recibirnos con un dejo de resquemor que asomaba por sus ojos descoloridos.

Caminamos por un pasillo lúgubre a medias adornado, que pretendía dar apariencia de buen gusto y elegancia. En un cuarto esperaba un hombre cuyo cabello cano asomaba en desparpajo por debajo de un sombrero de copa, y, sugiriendo interacción, nos pidió mostrarle nuestros celulares para hacer "conexión" entre todos.

Llegado éste punto, fui consciente de que me bajé del auto y caminé hasta éste lugar sin llevar conmigo ni bolsa, celular o aditamentos femeninos que me brindaran seguridad. Para mí, era menester no permanecer desnuda de aditamentos ante aquél círculo extraño, por lo que, sin hacer mucho aspaviento, salí de la habitación con la firme intención de regresar al auto por mi seguridad olvidada.

Caminé de nuevo por el pasillo semiadornado y, dirigiéndome a la mujer que esperaba atenta mis movimientos, le informé que saldría un momento, pero que pronto volvería, a lo que ella, con una sonrisa malévola, me recordó sin recordar, que saldría (¿O entraría?) a lo que denominó el "bosque encantado". Sonreí prejuiciosa... ¿Qué más daba cómo le llamara a esa ya de por sí retorcida realidad?

Crucé de nuevo ese umbral maldito y me propuse llegar a mi destino, sin perder de vista el punto de partida y llegada, pues tratándose de un lugar enunciativa, más no limitativamente encantado, debía poner mis cinco, o tal vez seis sentidos en alerta para no caer en alguna clase de distracción o embrujo.

La primera distracción se hizo corpórea en una pequeña niña de tez marmórea y cabello anaranjado, que empezó a caminar junto a mí con una inquietante sonrisa ajena a todo infante. Sin decirme una palabra, caminó junto a mí mientras yo  miraba al frente y me recordaba a mí misma que sólo se trataba de una distracción injertada.

Frente a mí, un sujeto caminaba en dirección al olvido peleando con sus propios demonios, visibles a mí, pero invisibles a él. Se trataba de un intento fallido por hacerme volver al lugar de donde quizás inconscientemente había huido. Pero seguí caminando... 

El paisaje, más que de tinte forestal, me invitaba a sentirme segura al mostrarme la urbe cotidiana. En el horizonte convergían todos los lugares seguros en mi recuerdo, mientras que un falso sol iluminaba sobre el cielo como un domingo perpetuo. Pero estaba segura de una cosa: Se trataba de una mentira con ropaje de verdad.

Fui consciente de que estaba perdida en el momento que llegué a una reja que me sugería llegar al final del sendero. Una vez más, un ente trató de detenerme con una falsa sonrisa y ademán de intimidación, pero no me detuve. Abrí la reja que me separaba del supuesto bosque encantado y la lisa y llana realidad.

Una vez puestos los pies en el concreto, miré a mis espaldas percibiendo que seguía encerrada en una realidad prefabricada... Encerrada en una supuesta libertad pincelada de falsos colores y brillo... 

¿En que momento elegí la puerta incorrecta? 

Para entonces, no era más que un elemento que constituía toda esa mentira.


¿De dónde vengo y hacia dónde voy?

M U T I S.




MUSIC

MUSIC
Leave me alone

I'm just a peeping tom...

"Mientras pienso en escribirlos, enciendo un cigarro... y en el cigarro saboreo la liberción de todos los pensamientos..."
FERNANDO PESSOA en voz de LILIANA FELIPE